Orense,
11 de abril 1885
Querido
Maestro: Después de enviada al correo mi carta anterior, han llovido sobre mí
las calamidades. La más grave ha sido el acuerdo tomado ayer por esta
Diputación suprimiendo por razón de economía la Escuela de Comercio agregada a
este Instituto, a la que yo pertenecía desde 1881 en concepto de catedrático de
lenguas francesa e inglesa.
Pero
en la “Gaceta” que ha llegado aquí hoy (la del 10) he visto con sorpresa
anunciada a concurso entre supernumerarios la cátedra de Lengua Francesa en el
Instituto de Salamanca. Yo creía que siendo de oposición libre esas cátedras,
no podían ser objeto de concurso… En vista de mi error, se me ocurrió escribir
a V. esta carta, pidiéndole que interponga su influencia a fin de que saquen
también a concurso entre supernumerarios esta cátedra de Lengua Francesa que he
desempeñado desde octubre de 1881 y… le
tour etait fait. Sin salir de mi tierra que amo como todos los gallegos
aman la suya, podría prepararme tranquilamente para el doctorado, haciendo
después oposición a una cátedra de “Literatura latina” que es mi estudio predilecto,
y alcanzaría así el súmmum de mi
ambición.
Harto
siento importunarle con estas peticiones y crea V. que sólo el hallarme sin amparo
ninguno, me mueve a distraerle de sus graves estudios, con cosas de este
linaje. Mi gratitud sería inmensa y pediría para V. al Cielo… ¿Qué le pediría?
Nada más que preservase a V. del hastío que pudiera ocasionarle el ver, en edad
tan temprana colmados todos los deseos y alcanzados todos los triunfos
posibles. Porque a V. sólo le falta ser Presidente del Consejo de Ministros
para ser todo lo que pueda ser uno en el Mundo. Y yo creo que no se tomará V.
la molestia de desear tal cosa, aquí, donde lo ha sido don Arsenio.
Perdone
V. mis divagaciones. Ahora la última petición. Un amigo a quien tuve la imprudencia
de prestar su libro Odas, epístolas y
tragedias, me ha castigado dejándome sin libro y sin amigo. ¿Podría V.
reemplazar el ejemplar perdido con otro que llevase al frente esta dedicatoria
autógrafa: Al más mendicante de los
gallegos?
Suyo
con el mayor respeto affmo. amº. s.s. q. b.s.m.
Jesús
Muruais.
PS.
Por si V. no puede complacerme en lo de la cátedra de Orense, habré también de
pedir las cátedras de Retórica de Canarias y de Francés de Salamanca, sacadas a
concurso para superns. En la “Gaceta” de hoy.
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